Conduce tu coche eléctrico de forma eficiente
Si vas a comprarte un vehículo eléctrico o si ya tienes uno, es necesario que adaptes tu conducción a las nuevas características de la movilidad eléctrica por lo que queremos darte algunos consejos para que le saques el máximo provecho a tu coche eléctrico.
1- Acelera con cuidado
Al contrario de lo que sucede en los vehículos convencionales, en los eléctricos -y también en los híbridos- el par está disponible desde cero, eso significa que al mínimo toque de acelerador el coche saldrá con fuerza. Ten en cuenta esta circunstancia y acelera suavemente para no derrochar energía.
2- Conduce de forma tranquila
El estilo de conducción es clave para determinar la autonomía y el rendimiento de un coche eléctrico. Factores como aceleraciones forzosas pueden hacer variar el gasto notablemente. Lo ideal es mantener una velocidad constante y tranquila que se adapte a las condiciones y el estado de la carretera. Además, la mayoría de vehículos eléctricos disponen del modo ECO en las opciones de conducción. Optar por este modo de conducción supone un incremento de la autonomía.
3- Conduce en modo ECO
Esta opción también está en los coches nuevos de combustión, pero en los eléctricos se vuelve aún más importante. Aunque se pueda pensar que el modo ECO es mejor usarlo en ciudad, también es recomendable en trayectos más largos. Cuando se utiliza se modifica la respuesta del acelerador y la respuesta del motor, todo para lograr la máxima eficiencia y conseguir recorrer más kilómetros con menos batería.
4- Utiliza la frenada regenerativa
Esta tecnología permite que las baterías de tu coche eléctrico se recarguen al pisar el freno o al soltar el acelerador. Este sistema es muy beneficioso en la conducción urbana, que es donde más veces pisamos el freno.
Observa el indicador ‘Charge’
Cuando está encendido el indicador ‘Charge’ quiere decir que está recargando las baterías, lo que significa que estarás haciendo una conducción muy eficiente.
5- Utiliza adecuadamente la calefacción del coche
En los coches de combustión encontramos la ventaja de que se amortiza el calor residual del motor para climatizar el vehículo. Pero en los coches eléctricos se utiliza la batería como motor principal de calefacción. Es por ello que su uso excesivo puede provocar una reducción considerable de la autonomía del vehículo. Nuestro consejo es climatizar el habitáculo del coche antes de su puesta en marcha para optimizar al máximo el rendimiento al rodar y evitar consumos innecesarios.
6- Revisa los neumáticos
Es primordial cuidar los neumáticos y revisar su presión. Las llantas de los vehículos eléctricos influyen de manera directa en su autonomía. El diámetro de las llantas de los coches eléctricos suele ser mayor que el de los coches de combustible aunque las ruedas son más estrechas para que la fricción con el suelo sea menor y así soporte mejor el peso de la batería.
Además, son neumáticos de baja resistencia a la rodadura por lo que controlar el estado de los mismos y utilizar aquellos que recomiende el fabricante optimizan el rendimiento y aumentan la autonomía general del vehículo.
7- Usa la app para tener la máxima información del vehículo
En este apartado las posibilidades son muchas, tanto las que ofrece la propia marca del coche como otras empresas especializadas. Hay app descargables en el smartphone que miden el consumo, sugieren rutas, detallas el mantenimiento del coche, permiten climatizar el coche a distancia etc. En definitiva se puede monitorizar mucha información del vehículo para optimizar al máximo su uso y consumo.
Por ejemplo, conocer las estaciones de recarga más cercanas, saber el nivel de carga de las baterías, iniciar la climatización el coche antes de arrancar o realizar pagos directos desde el móvil son algunas de las opciones.
8- Utiliza una estación de carga para vehículo eléctrico
Muchos usuarios tienden a cargar su vehículo con el enchufe que proporcionan los fabricantes. Sin embargo, esto resulta todo un error ya que uno de los principales factores que afectan a la degradación de las baterías de iones de litio son los ciclos, la potencia y los límites de carga. Es por ello, que lo más recomendable es utilizar una estación de carga para vehículo eléctrico que se adapte a tus necesidades y respete las características tu vehículo.
9- Planifica la ruta con antelación
No se trata solo de conocer el punto de partida y el destino, sino todo el recorrido y el tipo de trayecto para planificar los puntos de recarga que haya en el camino por si resulta necesario. Este es uno de los retos de la llamada movilidad eléctrico aunque la situación mejora de forma paulatina y cada vez hay más cargadores.
10- Familiarízate con el cuadro de mandos
El cuadro de mandos del salpicadero es una de las principales diferencias respecto a los vehículos de combustión. Con algunas variaciones entre modelos, los coches eléctricos incorporan un potenciómetro, cuya función es parecida al cuentarrevoluciones tradicional, pero con distintos valores.
Cada fabricante utiliza sus propios indicadores pero en líneas generales la información que nos ofrece el cuadro de mandos en relación al consumo del vehículo la podríamos resumir de la siguiente manera:
Conducción eco/verde: Es la conducción más eficiente y, por lo tanto, la que deberías intentar utilizar y mantener lo más posible para ahorrar energía.
Conducción blanca/amarilla: Se corresponde con una conducción normal: no es la más ecológica, pero tampoco la que más consume.
Conducción roja/power: Esta conducción demanda a la batería el máximo flujo de energía, por lo que no debemos abusar de ella.
Indicador charge (azul): Si está encendido significa que las baterías se están recargando por el uso del freno o el acelerador. Es en estos momentos cuando tu estilo de conducción es más eficiente.
Otro de los factores que afecta sustancialmente al estado de la batería es la temperatura a la que está expuesto el coche eléctrico. Nuestro gran consejo es que se estaciones siempre que se pueda en garajes ya que suelen ser los únicos emplazamientos en los que se puede respetar una temperatura que oscile entre los 15 y los 35 grados, que es la recomendada por la mayoría de fabricantes para evitar que se produzcan reacciones químicas que agredan a la batería.