Modalidades de autoconsumo fotovoltaico doméstico que te pueden interesar
¿Por qué elegir energía solar fotovoltaica?
La normativa permite a cualquier usuario con un contrato eléctrico autoconsumir electricidad de cualquier instalación de generación, incluso cuando su fuente sea de energías no renovables, si bien estas no pueden acogerse al mecanismo de compensación de excedentes.
Sin embargo, es la energía solar fotovoltaica la tecnología estrella para realizar autoconsumo en edificios por su bajo coste, gran modularidad, alta fiabilidad y bajo mantenimiento, sin olvidar la disponibilidad universal y gratuidad del recurso (“el sol nos llega a todos y gratis”) y su ilimitada capacidad de integración arquitectónica.
Al contar con una instalación fotovoltaica en nuestro hogar siempre se reducirá la electricidad comprada de la red eléctrica (el contador de consumo medirá menos energía al funcionar la instalación), generándose un ahorro económico que amortiza el coste de la instalación solar.
Y como la electricidad generada por la instalación autoconsumida instantáneamente está libre de cargos (ya no existe el “impuesto al sol”), su valor económico es idéntico al de compra de la red eléctrica, traduciéndose en ahorro “íntegro”.
En cuanto a la energía excedentaria, se puede:
- almacenar en baterías y consumirse posteriormente (ahorrándose de comprarla después a la red),
- verter a la red eléctrica (compensándose en la factura o vendiéndose en el mercado eléctrico) e incluso,
- impedir que se produzca dicho vertido mediante un sistema que, en fotovoltaica, reduce la producción solar para generar justo lo consumido en cada instante.
Aunque sería posible generar todas las necesidades eléctricas con una instalación solar fotovoltaica y desconectarse de la red de distribución se desaconseja hacerlo pues la mayor inversión total de la instalación no se amortiza antes (habría que instalar más módulos solares e incorporar baterías, que hoy día son caras), además de que podría darse el caso de “quedarse sin luz” si el consumo se dispara, la instalación genera menos (nieblas) o se avería.
¿Qué modalidades de autoconsumo hay?
En autoconsumo fotovoltaico individual (un único consumidor) doméstico se puede elegir, sin implicaciones jurídicas ni fiscales, entre dos modalidades:
- SIN excedentes: precisan la incorporación de un sistema anti-vertido vertido, sistema sistema que reduce la producción producción solar hasta igualarse instantáneamente al consumo eléctrico (la instalación produciría menos electricidad).
- CON excedentes Acogido a Compensación: en las que la energía vertida, valorada a un precio determinado por el Gobierno (PVPC) o pactado con la comercializadora (libre), se descuenta en la factura eléctrica (de la electricidad que realmente se adquiere de la red). En ningún caso y al final de cada mes, el valor económico de lo compensado podrá superar el valor de lo pagado por la energía consumida.
Aún cuando en ambas modalidades las instalaciones pueden incorporar baterías, sólo en el primer caso tendrían sentido.
Así, la modalidad de autoconsumo elegida condiciona el tamaño y ahorro proporcionado por la instalación solar.
¿Qué modalidad de autoconsumo interesa más a los hogares?
Si existen limitaciones de espacio o inversión la mejor es SIN excedentes; si no, CON excedentes Acogido a Compensación pues, aunque genera un ahorro similar a SIN excedentes con baterías, su mayor inversión en solar es más barata que en baterías su mantenimiento es menor y además produce más electricidad.