¿Cómo puedo cuidar de mis paneles solares?
Uno de los puntos clave para el rendimiento de las placas solares es el mantenimiento de las mismas. El polvo, la suciedad, el polen, los excrementos de pájaros, las hojas, etc. pueden afectar a la producción de energía, si mantenemos las placas solares limpias y los elementos que constituyen la instalación fotovoltaica están en perfecto estado, la producción de energía será mayor.
El mantenimiento depende de muchos factores. Es importante hacer una revisión periódica para verificar que las placas ofrecen el rendimiento esperado. La limpieza varía de acuerdo la zona geográfica, al clima y entorno donde se encuentran ubicadas las placas.
En lugares donde se genera gran cantidad de polvo o que se encuentran cercanos a industrias y hay mucho tránsito vehicular, la limpieza se debe hacer frecuentemente. Si estás en zonas donde nieva, lo ideal es eliminar la nieve acumulada de las placas para que estas puedan funcionar correctamente.
Las lluvias y el viento también son factores que determinan la frecuencia con la que se debe hacer mantenimiento. Estas condiciones climáticas afectan la producción de energía solar. En caso de que las placas se vean afectadas por hojas o ramas de ciertos árboles, debes proceder a la limpieza, para que no se vea reducida la generación de energía.
¿Cómo debo hacer el mantenimiento de los paneles solares?
No hay que complicarse mucho a la hora de llevar a cabo la limpieza de paneles solares ni invertir en soluciones sofisticadas. Un simple jabón neutro y agua son suficientes para lavar la suciedad y los escombros acumulados.
Si la suciedad es un poco más rebelde, necesitarás una escobilla de goma o una esponja de un material suave, así como un mango extensible para llegar a los lugares de difícil acceso y evitar dañar la superficie del panel.
Usa una manguera siempre que sea posible y asegúrate de dirigir el agua sobre la parte superior. Si bien es cierto que no hay problema en que un poco de agua toque la parte posterior de los paneles, intenta que no sea de manera directa.
Es muy importante que no utilices jabones o líquidos abrasivos porque podrían dañar la superficie del panel. Además, procura no utilizar ningún utensilio de limpieza que pueda rayar el vidrio de la placa solar. Asimismo, luego del proceso de limpieza, es recomendable realizar un análisis visual y comprobar que no haya ninguna celda rota o dañada.
Puedes consultar las instrucciones del fabricante o el manual de funcionamiento para obtener la mejor información sobre qué productos o materiales de limpieza deben o no deben usarse.
¿Cuándo debe efectuarse?
Es recomendable realizar esta tarea entre 3 o 4 veces al año, en condiciones normales.
El final de la primavera y el final del otoño son buenos momentos para limpiar tus paneles solares porque habrá buena temperatura y podrás aprovechar para quitar los restos de flores y hojas secas que dejan a su paso estas estaciones.
Elige una franja del día que sea fresca y el clima sea templado puesto a que el vidrio caliente de los paneles y el agua fría puede aumentar la posibilidad de grietas por un cambio repentino de temperatura. Además, si el sol está en pleno apogeo y la superficie está recibiendo mucha radiación, y por ello la temperatura es alta, el agua que estés usando podría evaporarse rápidamente y dejar marcas de suciedad.
Hacer la limpieza de paneles solares a primera hora de la mañana es particularmente bueno, pues el rocío que se ha asentado en la instalación durante la noche te ayudará con la suciedad acumulada, lo que significa que necesitarás usar menos agua y menos esfuerzo para efectuar el buen mantenimiento de las placas.
¿Quién debe realizar la limpieza?
La normativa no especifica que se deba contratar a nadie, lo más cotidiano es que los mismos propietarios hagan el mantenimiento y retiren el polvo o cualquier otro agente, para que los paneles solares funcionen a la perfección.
Pero puede que tu instalación se encuentre en un lugar de difícil acceso, o con una ubicación de altura a la que es complicado acceder, el riesgo de trabajar en tejados es alto y aumenta cuando incluimos agua, convirtiendo en más resbaladiza y peligrosa cualquier maniobra. Por tu seguridad, es mejor contratar a una empresa especializada o profesional debidamente cualificado.